¿Después de comer te sientes pesada o pasan las horas y aún te sientes llena?

La mala digestión es cuando el estómago no asimila los alimentos de manera correcta. Este problema puede provocar algunos malestares  como: dolor de estómago, acidez, flatulencias, gases, regurgitación, nauseas, mal aliento, etc.

Existen muchos factores que pueden interferir en la digestión, estos pueden dividirse en dos:

1. Causas médicas

– Las úlceras estomacales se refieren a heridas profundas en una zona de la mucosa del estómago.
– La gastritis es una inflamación de la mucosa gástrica, es decir de las parece que recubren el estómago.
– El consumo de fármacos puede afectar a las pareces del estómago.
– La dispepsia o digestión laboriosa, se refiere al conjunto de síntomas como dolor, hinchazón, acidez, indigestión que se originan por una mala digestión.
– El estrés es un factor muy influyente en la mala digestión, ya que cuando se está tenso, el cuerpo no produce la misma cantidad de secreciones gástricas.

2. Malos hábitos alimenticios

– Masticar poco los alimentos reduce la eficacia del proceso de digestión.
– Al tomar líquidos con las comidas, se diluyen los ácidos encargados de completar el proceso digestivo.
– Comer en grandes cantidades y alimentos muy grasosos.

Trucos para poner en práctica para regular la función intestinal

Además de los hábitos alimenticios que te comentamos anteriormente, existen otras formas que puedes poner en práctica para pasar de una digestión lenta y pesada.
– Establecer horarios fijos para comer favorecerá la digestión, ya que el organismo es de costumbres.
– Incluye en tu dieta diaria muchas proteínas que estimulen la creación de enzimas digestivas y, sobre todo, no olvides las fibras y las frutas que ayudan a la regularidad intestinal, evitan el estreñimiento y metabolizan mejor los alimentos.
– La hidratación es importante. Tomar agua favorece la digestión. Eso si hay que procurar no tomar agua con las comidas; se recomienda que sea dos horas antes o dos horas después de comer.
– Los probióticos: son microorganismos que permanecen activos en el organismo y ayudan a la flora bacteriana en el proceso digestivo. Existen una serie de alimentos ricos en probióticos como por ejemplo los yogures fresco, el kéfir, el jocoque, el chucrut, entre muchos otros pertenecientes a los productos lacto-fermentados. Consumir alimentos probióticos puede ser muy beneficioso para la salud.

Si quieres saber algún truco más, te recomendamos 5 trucos para no sentirte hinchada, ya el vientre inflado puede ser un síntoma de que algo no está yendo bien. También puedes saber 6 remedios para evitar digestiones pesadas.

FUENTE: objetivobienestar.com

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