Por año, hay 129.000 nuevos casos de cánceres en mujeres y varones en la Argentina. La proyección es que la incidencia crecería el 24% para el año 2030 si todo sigue igual. Para contrarrestar esa tendencia y reducir la mortalidad, la Secretaría de Gobierno de Salud lanzó un plan nacional de acciones para los próximos cinco años para que la gente controle más los factores de riesgo que pueden conducir al desarrollo de cánceres, como la obesidad, el consumo nocivo de alcohol y tabaco, y el sedentarismo, y acceda a la detección temprana y al tratamiento adecuado de la enfermedad.
El plan fue elaborado por el Instituto Nacional del Cáncer en base a la evidencia científica disponible y siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. Se hicieron también consultas a las sociedades médicas y a organizaciones de pacientes para diagnosticar cuáles son las barreras que existen en la prevención y el tratamiento de la enfermedad. A través de diferentes acciones, se busca impactar sobre los tumores más prevalentes en la Argentina: el cáncer de mama, el cáncer de cuello de útero y el cáncer colorrectal. Para cada una de esas enfermedades, hay métodos de tamizaje que las personas pueden hacerse para detectar la enfermedad a tiempo.
El plan fue elaborado por el Instituto Nacional del Cáncer en base a la evidencia científica disponible y siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud
Cómo prevenir el cáncer de mama
El cáncer de mama es el que más muertes en mujeres provoca y una de las razones es que más del 30% de las afectadas llega al diagnóstico de manera tardía
El cáncer de mama representa el 18% de los tumores malignos en la Argentina. Se diagnostican 19.836 casos y fallecen 5.868 mujeres por año. Es el cáncer que causa más muertes en las mujeres, y una de las razones es que más del 30% de las afectadas son diagnosticadas en estadios avanzados. La demora en el diagnóstico reduce las posibilidades de sobrevida y aumenta los costos para el sistema de salud.
Para una detección temprana del cáncer de mama, el Instituto Nacional del Cáncer recomienda que todas las mujeres de 50 a 69 años (que nunca hayan tenido enfermedades en las mamas ni antecedentes familiares) se realicen una mamografía al menos cada dos años junto a un examen físico de los pechos por parte de un profesional de la salud. Pero hoy sólo el 18% de la población de mujeres con cobertura pública accede a la mamografía recomendada. Con el nuevo plan, se espera que el 70% de esa población de mujeres pueda hacerse la mamografía. Para las mujeres de 40 a 50 años como las mayores de 69 años (sin enfermedad previa ni antecedentes familiares), se aconseja consultar con el médico acerca de la conveniencia de hacer o no una mamografía. En los casos de mujeres con antecedentes familiares de cáncer de mama, deberán decidir con su médico cuál es el momento adecuado para comenzar con los controles.
Con el nuevo plan, se espera que el 70% de esa población de mujeres pueda hacerse la mamografía
Entre otras acciones que se llevarán a cabo para controlar mejor al cáncer de mama en la Argentina, se incluyen: hacer convenios con las provincias para que garanticen la ejecución de las medidas, capacitar a más personal de la salud, fortalecer el sistema para resguardar la calidad de las mamografías, y establecer pautas de calidad y seguridad para los camiones sanitarios. En el plan, se remarca que deberá tenerse en cuenta la diversidad étnica y cultural de las diferentes regiones del país para la comunicación en la atención primaria de la salud.
Qué hacer para evitar el cáncer de cuello uterino
La vacuna contra el HPV es gratuita y obligatoria en la Argentina
En el caso del cáncer de cuello uterino (también llamado cáncer cervicouterino) también mucho se puede hacer desde lo individual y lo gubernamental para bajar sus tasas de incidencia y mortalidad. Ese cáncer es causado principalmente por algunos tipos de virus del papiloma humano (VPH), y pueden pasar en promedio 10 años desde que aparecen las primeras lesiones hasta que se convierten en cáncer. Se trata de una enfermedad altamente prevenible. Sin embargo, muchas mujeres no acceden aún a la prevención.
Una medida de prevención es la administración de la vacuna contra el VPH, que previene la infección por los tipos que causan aproximadamente el 80% de los casos de cáncer de cuello de útero. La vacuna es gratuita y obligatoria para los niños y las niñas de 11 años en la Argentina. El plan se propone que la cobertura de la vacuna sea superior al 80% para dentro de cinco años. Hoy, sólo el 70% de los niños y las niñas están inmunizados con el esquema completo.
La vacuna contra el VPH previene la infección por los tipos de virus que causan aproximadamente el 80% de los casos de cáncer de cuello de útero
Otra medida para la prevención en mujeres adultas es hacerse el test de VPH que detecta lesiones precancerosas. Al tratar esas lesiones a tiempo, se previene el desarrollo del cáncer. La tecnología del test de VPH fue incorporada como política pública a partir de una experiencia desarrollada en la provincia de Jujuy por el Programa Nacional del cáncer cervicouterino en colaboración con el ministerio de salud de esa provincia entre los años 2010 y 2014. A través de un proyecto de demostración, se comprobó que el test de VPH en su modalidad de toma convencional fue casi 2,5 veces más efectivo que la prueba de Papanicolaou para detectar lesiones precancerosas de alto grado y cáncer, de acuerdo con el estudio publicado en la revista The Lancet Global Health, liderado por la doctora Silvina Arrosi, investigadora del Conicet y del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES) .
En la actualidad, el tamizaje con el test de VPH se realiza en hospitales públicos de La Matanza, Ituzaingó, Florencio Varela, San Martín, Morón, Tres de Febrero, en la provincia de Buenos Aires, y en las provincias de Neuquén, Jujuy, Catamarca, Tucumán, Misiones, Corrientes y Chaco. El tamizaje con el test de VPH hoy sólo alcanza al 31% de las mujeres en promedio en las jurisdicciones que lo brindan en instituciones públicas. En Jujuy, ya se hace en el 75% de la población objetivo y está bajando la mortalidad por cáncer de cuello uterino. Según contó a Infobae la directora del Instituto Nacional del Cáncer, la doctora Julia Ismael, el próximo año también las provincias de Salta, Santiago del Estero y Entre Ríos ofrecerán el test de VPH en centros de salud y hospitales públicos.
Con el nuevo plan de control del cáncer, se pretende aumentar la cobertura del tamizaje con el test de VPH en un 25% para el año 2023. Además, hay que tener en cuenta el derecho de acceso al PAP, que es un test simple y que no duele. El Instituto Nacional del Cáncer recomienda a las mujeres de 25 a 64 años realizarse el examen de PAP o Test de VPH a fin de detectar la presencia de virus de alto riesgo.
Detección oportuna del cáncer colorrectal
Con el plan nacional, se persigue reducir la incidencia y la mortalidad por cáncer colorrectal
Para la prevención del cáncer colorrectal, hay aún mucho por hacer. Es el segundo cáncer más frecuente en el país. Causa la muerte de más de 7.600 personas por año. En más del 80 % de los casos, se genera primero un pólipo que puede crecer lentamente durante más de 10 años y transformarse en cáncer si no se detecta y extirpa a tiempo. Para eso, se necesita acceder al tamizaje temprano.
Uno de los estudios de detección es el test de sangre oculta en materia fecal. La presencia de pólipos o de cáncer colorrectal pueden generar la aparición de sangre oculta que el estudio permite identificar. También se utiliza la colonoscopía, que consiste en un tubo flexible con una cámara que sirven para examinar minuciosamente el colon y el recto. Posibilita la detección y extirpación de pólipos previniendo el cáncer colorrectal.
El cáncer colorrectal es el segundo cáncer más frecuente en el país
En base a la evidencia científica, el Instituto Nacional del Cáncer recomienda que todas las personas de 50 a 75 años aunque no tengan síntomas deben realizar chequeos regulares para detectar y extirpar los pólipos o detectar y tratar el cáncer colorrectal en una etapa temprana. En caso de tener antecedentes familiares o personales de cáncer de colon o pólipos debe consultarse a un médico especialista si es necesaria la realización de exámenes a más temprana edad.
Con el plan nacional, se persigue reducir la incidencia y la mortalidad por cáncer colorrectal. Hoy sólo el 3,92% de la población que tiene entre 50 y 75 años con cobertura pública accede al tamizaje para la detección temprana. Se espera aumentar la cobertura a más del 35% de la población objetivo. Según los resultados preliminares de un estudio de impacto económico que lleva a cabo el INC se descubrió si se brinda el acceso temprano al tamizaje, se redistribuye el gasto en salud, además de que se salvan vidas. Sin los estudios de detección, el 90% del gasto se va para el tratamiento con cáncer colorrectal avanzado (con menos chances de sobrevida). En cambio, si las personas acceden a las pruebas de tamizaje, sólo el 14% se destina a tratamiento. El 86% del gasto pasaría a la prevención y a la detección precoz.
Acorralar a los factores de riesgo
En el país los casos de cáncer no son de notificación obligatoria
Mucho se puede hacer al adoptar los hábitos saludables. En el nuevo plan que presentó la Secretaría de Gobierno de Salud, a cargo del doctor Adolfo Rubinstein, se alerta a la población que el 40% de los casos de cánceres podrían evitarse con acciones de prevención primaria: no fumar tabaco, hacer actividad física en forma regular, y mantener una alimentación saludable. Otra medida es la vacuna contra el virus de la hepatitis B, que es gratuita y obligatoria desde 2014. Esa inmunización previene la enfermedad de la hepatitis B y sus graves consecuencias, como los cánceres de hígado.
Como medidas gubernamentales para favorecer que la población pueda controlar los factores de riesgo, el plan informa que se está trabajando en políticas costo-efectivas como los impuestos al tabaco y al alcohol (que está asociado a algunos tipos de cáncer como el de hígado), asegurar un espacio público de calidad e infraestructura para realizar actividad física, y reducir niveles de aire contaminado .
El presupuesto para el cáncer
El plan para el control del cáncer necesitará de fondos para llevarlo a cabo en todo el país. “Es muy valioso que el Instituto Nacional del Cáncer haya elaborado un plan quinquenal para reducir la incidencia y la mortalidad por los diferentes cánceres”, opinó la médica Zulma Ortiz, subdirectora ejecutiva del Instituto de Investigaciones Epidemiológicas de Academia Nacional de Medicina, quien coordina la iniciativa #accionxcancer que desde 2018 se dedica a construir una agenda política informada que priorice al cáncer en el país. Hasta ahora, el presupuesto para el cáncer es limitado. En 2017, el gasto conjunto del Instituto Nacional del Cáncer y del programa Asistencia con Drogas Oncológicas alcanzó los $215,65 millones, lo que representa el 0,41% de las erogaciones de la Secretaría de Gobierno de Salud y un 0,23% del Gasto Público Nacional en Salud.
Si no mejoran los registros oncológicos, los esfuerzos por mejorar la sobrevida de los pacientes no podrán evaluarse
Para la doctora Ortiz, se necesitará también trabajar en el acceso oportuno a los tratamientos y eso implicará “mejorar los procesos y los tiempos de compra de medicamentos, de los tests de diagnóstico, equipamiento y otras tecnologías sanitarias que permitirían mejorar el aprovechamiento de los recursos e impactará en la calidad de la atención del cáncer en nuestro país”.
También falta mejorar las estadísticas sobre los casos de cánceres. “Como los casos de cáncer en nuestro país no son de notificación obligatoria y los registros de cáncer disponibles tienen una cobertura desigual, nos privamos de contar con datos certeros sobre la incidencia, que permitirían diseñar políticas públicas más eficientes para la investigación, prevención, detección y manejo del cáncer”, afirmó la doctora Ortiz. Si no mejoran los registros oncológicos, los esfuerzos por mejorar la sobrevida de los pacientes no podrán evaluarse y la ineficiencia del sistema de salud marcará el destino de las políticas y programas.
La Secretaría de Gobierno de Salud lanzó un plan nacional de acciones para que la gente controle más los factores de riesgo de cáncer
Para que el plan de cáncer sea exitoso se necesitará sustentabilidad, y el impuesto al tabaco podría ser una fuente de financiamiento. Si bien existe un impuesto a los paquetes con tabaco, lo recaudado no se asigna a la prevención ni a los tratamientos médicos de los ciudadanos que se enferman por el daño producido por el tabaco. Incluso, una buena parte de los impuestos al tabaco recaudados se utiliza para disminuir los costos de producción de las tabacaleras y para subsidiar la producción de tabaco a través del Fondo Especial del Tabaco (FET), que fue establecido por ley en la década del 70. Ese fondo opera como un obstáculo para implementar políticas sanitarias efectivas de control del tabaco.
Según dijo la doctora Verónica Schoj, directora nacional de Promoción de la Salud y Control de las Enfermedades No Transmisibles, en uno de los encuentros organizados por #accionxcancer “en 2018, el Fondo especial del Tabaco recaudó 9 mil millones de pesos, recurso que vuelve a la producción tabacalera, siendo este un claro ejemplo de incoherencia de las políticas públicas, dado que estamos subsidiando un producto como el tabaco, cuando necesitaríamos diversificar y sustituir el tabaco para fomentar el desarrollo frutihortícola y así aumentar el consumo de frutas y verduras en la población y disminuir la obesidad, el cáncer y otras enfermedades crónicas”.
Para Schoj, “otra fuente posible de financiamiento para lograr fondos específicos para el cáncer, además de los impuestos al tabaco, al alcohol o a las bebidas azucaradas, son las acciones colectivas de daño, a través de juicios a las tabacaleras que permitan compensar por el daño que han generado y siguen produciendo a través de la venta de sus productos, la información engañosa y el ocultamiento de información a sus consumidores. Estas acciones se dan en varios países”. En 1998, 45 estados de los Estados Unidos demandaron a las tabacaleras y ganaron. Las empresas debieron aportar a los estados más de 126 mil millones de dólares en los últimos 20 años.
FUENTE: Infobae